"Quise traer al mercado lo que no encontraba en ningún lado": la historia de Romina Kim, la diseñadora que triunfa con su variedad de talles en un mercado donde la propuesta escasea

Hija de inmigrantes coreanos que se radicaron en la industria textil, Raina Cho Kim desde pequeña supo que su futuro estaría ligado al mundo de la moda. Al terminar la secundaria se inscribió en la carrera de Diseño de Indumentaria en la Universidad de Palermo, y a poco tiempo de finalizar sus estudios fundó su imperio: Naif Connection.


En un contexto de escasez de variedad de talles, su propuesta la ayudó a posicionarse como una de las marcas líderes en la industria mayorista. Impulsada por su propia experiencia como consumidora, Romina mantuvo un objetivo claro desde el inicio de su empresa: ofrecer a los clientes talles desde el S al XXL en todos sus modelos, con el fin de "que nadie se sienta exlcuído de poder lucir diseños originales pero cómodos".


¿Cómo nació Naif Connection?

Un poco por mi historia familiar y otro poco por una pasión propia que siempre tuve. Mis papas son inmigrantes coreanos, llegaron al país en 1968 tras casarse muy jóvenes, con la ilusión de darle a su familia un mejor futuro. Comenzaron a trabajar acá en el negocio textil del padre de un amigo de ambos, y después de un par de años, se independizaron y comenzaron su producción propia.

Desde que tengo memoria mi casa siempre estuvo llena de cajas de ropa y muestras para sus locales, así que la moda me llamó la atención desde muy chica. Con mis hermanas jugábamos a probaros todo y hacer desfiles, sacarnos foto, de todo.

Pero entre tanto juego, algo que casi siempre cortaba la diversión era que Morena, mi hermana mayor, se ponía a llorar la mayoría de las veces porque la ropa no le entraba.

Stephanie, la menor de las tres, y yo, siempre tuvimos una contextura mucho más chiquita que ella. Nos prestábamos la ropa, modelábamos para algunos catálogos de la marca de mis papás o sus socios, no se, ese tipo de cosas. Pero More siempre fue más grandota, y eso siempre la acomplejó mucho.

¿Y vos cómo te sentías al respecto?

A mi me hacía muy mal ver como ella sola se excluía por sentirse desencajada, así que yo un poco en broma y un poco en serio, siempre le decía "Cuando yo tenga mi marca de ropa, voy a hacer talles grandes y chiquitos para que podamos vestirnos las tres iguales".

Eso de alguna manera siempre me quedó, así que en mi último año como estudiante de la carrera de Diseño de Indumentaria de la UP, empecé a cranear mi propia empresa teniendo como bandera ese concepto: quería que todo el mundo pudiera usar mi ropa, sin importar su contextura física.

Por eso también el nombre, elegí "Naif" porque yo quería hacer algo simple, sin mucho enrosque artístico, pero con una buena variedad de talles. Así que, desde que comencé a diseñar, siempre fabriqué todos los modelos desde el S al talle XXL.


Teniendo en cuenta tu historia, te pregunto: como diseñadora que pone foco en la variedad de los talles en las prendas que diseñas y fabricas, ¿Tenes en cuenta los modelos establecidos por la ley de talles?

La verdad no. Si bien no estoy muy al tanto de qué medidas debe tener cada talle estipulado en la ley, se perfectamente que no se cumplen como deberían. Como diseñadora y vendedora mayorista, te puedo decir que mis colegas todavía menos. Yo diseño talles grandes porque quiero que nadie se sienta excluído de lo que es Naif. Yo quise traer al mercado lo que no encontraba en ningún lado, y eso es lo único por lo que me guío.

¿Crees que esta mala aplicación de la ley de talles en Capital Federal puede desembocar en algo más grave para los jóvenes, que son el mayor público que te consume?

Absolutamente, de hecho, lo viví en carne propia. Mi hermana Morena sufrió desordenes alimenticios graves toda su adolescencia, y hoy en día siendo adulta, tampoco los tiene superados del todo. Me acuerdo de ver a mi mamá llorando a escondidas con mi papá, porque se quería morir porque mi hermana no comía. More se encerraba en su cuarto a la hora de desayunar o cenar, y no había manera de hacerla salir. Si mis viejos lograban que comiera algo, ella en la madrugada se despertaba a vomitar, y así estuvo fácil unos 4 o 5 años, con idas y vueltas claro, pero siempre perseguida por verse más flaca y poder compartir ropa conmigo y Stephanie.

Mismo me ha pasado con amigas. Me acuerdo de más chica de estar yendo al shopping o a alguna tienda con alguna amiga a comparendos ropa para el fin de semana y que me dijeran: "Para vos es fácil encontrar algo porque te queda todo bien siendo tan flaquita", o "Me encantaría poder estar así y encontrar talle de lo que sea".

¿Cómo crees que podría contribuir la industria a que esto no suceda?

Yo creo que es un proceso muy difícil, y que es algo que no cambia de un día para otro. La sociedad y sus estereotipos de belleza un poco nos pudieron la cabeza, a mi también me pasa que un día me veo bárbara y me siento súper cómoda, y a la semana siguiente siento que tengo que adelgazar fácil 3 kilos. Pero creo que estaría bueno que las marcas pudieran incluir mayor variedad de talles en su oferta, que hasta incluso les sería beneficioso a nivel ventas.

Mi mercado principal es el mayorista, y te aseguro que somos muy pocas las marcas que ofrecemos ropa en tendencia, para salir de noche, o con una propuesta variada en talles como el XL o el XXL. Yo creo que de esa manera lo excluís al que ya se siente marginado, cuando fabricar un talle más no te implica una gran diferencia económica, y hasta incluso te puede sacar ganando.

Yo le atribuyo a eso el boom que tuvo Naif. Desde que salimos a la venta, siempre mostramos interés en considerar a todos potenciales clientes, sin importar el talle que lleven. No es que esto vaya a acabar con los trastornos alimenticios, pero si ayudaría a desinstalar de la cabeza de la gente el concepto de que "tienen que entrar en una prenda", cuando en realidad de trata de encontrar lo que a uno lo favorezca, mientras a la vez se siente cómodo.


Fuera de Molde 
Investigación periodística (días martes, turno tarde) - 2025
Alumnos - Jazmin Campbell; Olivia Castelli Meyer; Juan Ignacio Diomede; Agustina Maciel; Charo Mancebo; Catalina Melnick
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